Es el riesgo derivado de la
variación en el precio de un activo financiero causado por las variaciones
adversas en los factores de riesgo dados por el mercado (tasa de interés, tipo
de cambio, cotizaciones de acciones, precio de mercancías, volatilidades, variables
macroeconómicas, entre otros). El riesgo
de mercado, también conocido como riesgo sistemático, es el riesgo de que el
valor de un portafolio (de inversión o comercial) disminuya debido a cambios en
valor de los factores de riesgo del mercado, los cuáles determinan su precio o
valor final.
Gestión del riesgo de mercado
La gestión del riesgo de mercado se
realiza mediante planes de procedimiento ante determinados comportamientos de
los factores de riesgo que afecten al valor de un portafolio en contrato.
La gestión del riesgo de mercado
implica una serie de pasos secuenciales. El primero es la identificación de los
factores de riesgo que afectan al portafolio. Una vez identificados los
factores de riesgo de mercado, se procede a la cuantificación del riesgo de
mercado y se realizan test de sensibilidad a las variaciones de los factores de
riesgo aplicando colecciones de valores de riesgo de mercado históricas
conocidas. De esta forma se puede establecer un plan ante posibles escenarios
debidos a los cambios en el valor de los factores de riesgo.
El riesgo de mercado es la
posibilidad de que una entidad incurra en pérdidas y vea disminuido el valor de
su patrimonio como consecuencia de cambios en el precio de los instrumentos
financieros, en los que la entidad mantiene posiciones dentro y fuera del
balance. Estos cambios pueden presentarse como resultado de variaciones en las
tasas de interés, tipos de cambio y otros índices.
El SARM es el sistema de
administración de riesgo que deben implementar las entidades vigiladas, con el
propósito de identificar, medir, controlar y monitorear el riesgo de mercado al
que están expuestas en desarrollo de sus operaciones autorizadas, incluidas las
de tesorería, atendiendo su estructura y tamaño.